Texto: Charlotte von Mess
Traducción: Ignacio Havre
Traducción: Ignacio Havre
Me
senté a una de las pequeñas mesas redondas y levanté dos dedos. No estaba
segura del significado de ese gesto, pero todos los hombres lo hacían con
felices resultados. Escribía sin parar en mi cuaderno.
Patti Smith, M
TRAIN
Si
bien era verdad que en la actualidad casi todos los escritores contemporáneos,
más que posicionarse en contra, trabajaban en sintonía con el capitalismo y no
ignoraban que uno no era nada si no vendía libros, o si su nombre no era
conocido, o si no acudían decenas de admiradores cuando firmaba ejemplares de
sus novelas, no menos cierto era que las democracias liberales, al tolerarlo
todo, al absorberlo todo, hacían inútil cualquier texto, por peligroso que éste
pudiera llegar a parecer.
Enrique
Vila-Matas, KASSEL NO INVITA A LA LÓGICA
Cuando
la plata se convierte en arte es una cosa, pero cuando el arte se traduce a
dinero es una transacción problemática.
Todd Levin,
curador
Carta
astral. Rivalidad imitativa e histeria
La poeta y astróloga,
A. Amenedo, dice que Tauro en la carta astral de Mercado de Arte Eggo estaba en
su casa, la segunda y en el MAC, Tauro está en la tercera casa. Eggo tenía su Sol
en Libra y el MAC el Sol en Leo.
Hay dos nacimientos claramente. Tanto si ambos
fueran seres distintos como etapas de una misma vida, A. Amenedo ha tomado en
cuenta solo el origen del MAC.
Para empezar, según dice esta astróloga,
Urano entró en Tauro en 2019 y se quedará por siete años más. El MAC tiene a
Urano en Aries en la segunda casa, que es la vinculada a las ganancias, por lo
tanto, eso revela que se priorice el hacer cosas novedosas a nivel del trabajo
y las necesidades materiales. Aries, con su fuerza beligerante aunada a Urano aspecta
generar estrategias guerreras jamás forjadas. Urano en la segunda casa puede
indicar altibajos económicos, inestabilidad e imposibilidad de concretar
negocios seguros.
Urano en Tauro podría ser propicio para
crear tendencias nuevas en cuanto a lo colectivo, como ya pudo verse en este
mercado cuando un grupo de galeristas/artistas de Zona Bonino reclamaron a la
organización que invitaran a pasar a los coleccionistas por todos los stands.
Pero teniendo a Urano en Aries en la segunda casa, podría ser no sólo más
guerrero el pedido sino generar estrategias puntuales inusitadas para atraer
posibles compradores.
Los
grupos de artistas que han trabajado contratados por la Municipalidad en 2018 con
el dólar a $25 (hoy está a $54) y aún no han cobrado, hicieron acciones de
reclamo durante el MAC que tienen que ver con este aspecto de Urano, en cuanto
a lo que dice la carta astral estándar de ese planeta, para lograr hacer
“cualquier tendencia progresista colectiva que se enfrente con lo establecido”.
Al tener a Urano en Aries deben ser cuidadosos de no ser impulsivos ni
impetuosos, porque el lado iracundo del astro Marte, que es el que rige a
Aries, podría desbordarse y ya, lejos de lo creativo, llevar a problemas. Urano
en la segunda casa estimula, según dice A. Amenedo, a repensar continuamente
estrategias innovadoras. Si artistas, galeristas, incluso coleccionistas,
quisieran encontrar una receta para aplicar in continuum, están equivocándose
de lugar.
Por otro lado, el MAC no tiene solamente al
Sol en Leo, sino también a Marte y a Venus. Su condición nativa es la de
brillar, que todos brillen o quieran hacerlo. Pero no hay que olvidar que el Sol
en Leo está tamizado por lo que los demás perciben: su ascendente en Piscis.
Con Marte en Leo, es evidente que no se
permita la tibieza. Si alguien decide ir al MAC, es mejor que vaya por todo.
Visto desde afuera, las personas que participen pueden ser catalogadas como
arrogantes, egocéntricas, incluso ególatras. El MAC tiene a Marte en la quinta
casa, relacionada a la creatividad, los juegos de azar (¿qué es más azarosa que
la venta de obra?), la ropa. Marte está en trígono con Saturno, por lo que el
MAC en sí es diligente, entonces los que triunfen serán los que estén acorde a
esa vibración ástrica. O sea, se necesita resistencia física (ir a vender,
conversar, a las fiestas y luego volver a empezar) y psicológica/emocional.
Con Venus en Leo se da por descontado que se
generen amistades, mucha vida social, pero en el marco de entretenimientos. Tomar
al MAC como un parque de diversiones muy bello: si no quieren subirse a la
montaña rusa, entrar a la casita del terror o dar la vuelta al mundo, es mejor
que no sean parte.
Venus está en la sexta casa, que se vincula
entre otras cosas, con la actitud frente al trabajo. En general se busca la
armonía con la labor en sí y en la relación con compañeros, jefes y empleados. Es
importante ver el lado más práctico del arte, que es, posiblemente, el
convertirlo en objeto de mercaderes o de conocimiento y no dejarlo estático en
su esfera poética o crítica.
Pero claro, Venus en cuadratura Saturno, hace
alusión a lujos que no están acompañados de éxito económico, por lo que es
claro que se ve un fulgor o dinero no tan realista en lo concreto, como así
también la propensión a criticar en cuanto a lo moral dual dentro y fuera del
MAC.
Venus en trígono Urano expresa en sí mismo aptitudes
fuera de lo común para las artes. Pero los demás perciben un MAC pisciano,
debido a eso se genera tanto malestar o dicotomías. Es su lado místico e
imaginativo, como la primera etapa en la creación de obras de arte, es el
romanticismo del arte (que habría que deconstruir). Por eso es tan shockeante
con todo lo que se mueve en Leo en la carta astral del MAC. Es la zona “rara”,
“incomprendida”, “solitaria”, de los artistas.
La Luna en Libra hace que fluctúen entre sentir
querer estar en el MAC y no estar.
Bruscas
exacerbaciones y emulación
Exordio
Kassel
no invita a la lógica, pero el mercado de arte sí, entonces un artista
quiere leer en el bar desayunador de su hotel en un espacio más bien reducido,
pero alguien pone el audio de su celular muy alto: el artista quiere hacer
arte, pero no puede evadirse del mercado del arte, ese sonido molesto,
invasivo, constante.
¿No se llega al arte por desamparo? Las
cosas, luego, se van tergiversando con famas, dimes y diretes, coleccionistas,
becas, premios, salones, pero si vamos a hablar de dinero, hablemos de mucho
dinero.
Fosilización
tradicionalista del fruto de la cepa. El trabajo sexual
When you go to a museum you are simply a
tourist looking at the trophy cabinet of a few millionaires.
Banksy
Si
yo multiplico las necesidades materiales, no me queda tiempo para el ejercicio
de mi libertad.
Pepe Mujica, ex
presidente de Uruguay
MÁS
VALE TACO LABURANTE
QUE
POLICÍA TRATANTE.
AMMAR Córdoba
Gabriela Halac en la muestra colectiva Prácticas poéticas, políticas, domésticas (Cabildo
Histórico de Córdoba) presentó la instalación Eso que llaman amor al arte es trabajo no pago. Más de cuarenta artistas mujeres exponiendo como modo de
visibilización pero sin recibir honorarios.
*.*
Durante uno de los conversatorios en el
marco de la muestra Lxs trabajadorxs
sexuales ocupan el museo en el Museo de Antropología de Córdoba, organizada
por la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR Córdoba) y la Red
por el Reconocimiento del Trabajo Sexual (RRTS) en un momento en que se hablaba
de dinero, lx compañerx Lali Rocha dijo algo clave: el dinero excita.
El poder erótico del dinero.
*.*
OBRA SOCIAL / JUBILACIÓN
policía corrupta / galeristas que se quedan
con el 40, 50% de las ventas
trabajadorxs sexuales pobres / artistas
pobres / amxs de casa pobres
sexo
comercial / arte comercial VS. sexo por amor / arte por amor
trabajadorxs sociales / trabajadorxs
sexuales
trabajadorxs sexuales de lunes a lunes / romantización
del arte-vida.
“el sexo debería ser gratis” / ”el arte
debería ser gratis” / “limpiar la casa, etcétera
debería ser gratis” (¿Para quiénes?)
*.*
Parafraseando a lx compañerx Marisa Fassi en
otro conversatorio:
Prohibicionismo:
prohibido el intercambio sexual por dinero. / Prohibido el intercambio de
arte por dinero.
Abolicionismo:
se habla de “prostitución”, por lo que no se sanciona a las mujeres que la
ejercen porque las ven como “víctimas”. / En el arte se habla de “prostitución”
y no de “trabajo”, aunque a los artistas no se los ve como víctimas sino como trepadores
egocéntricos.
Reglamentarismo:
reglas en relación al pánico de la higiene y salud. / En el mundo del arte
se idealiza la locura.
Apatía,
delirio y mea culpa obstétrica
Mediante
la denegación del salario para el trabajo doméstico y su transformación en un
acto de amor, el capital ha matado dos pájaros de un tiro.
Los
empresarios saben que estamos acostumbradas a trabajar por nada y que estamos
tan desesperadas por lograr un poco de dinero para nosotras mismas que pueden
obtener nuestro trabajo a bajo precio.
Silvia Federici,
REVOLUCIÓN EN PUNTO CERO
Los artistas trabajan para procurar una
buena imagen pública, aunque al momento de una inauguración, bienal o feria no
tengan dinero ni para almorzar. Sin embargo, desde afuera son percibidos como
se supone que deben ser: gente apasionada, rebelde, exitosa, con holgadez
económica, cuando eso no es verdad.
A los artistas les han puesto demasiada luz
y a lxs trabajadorxs sexuales demasiado poca y, al final, en términos
económicos, el resultado es el mismo: no tienen obra social, están precarizadxs,
no se jubilarán.
En el caso de lxs amxs de casa hay luz y
sombras: luz para señalarlas como “grandes madres”, “grandes esposxs” y
oscuridad total para el momento de verlxs juntando la basura de la casa. Nadie
va a solidarizarse con los artistas, que
se jodan por individualistas narcisistas si es que están precarizados.
Un empleado bancario tiene que pensar en
hacer bien su trabajo, corregir sus errores, seguir formándose, pero en ningún
momento se duda moralmente si debería cobrar o no por lo que hace. Tanto lxs
amxs de casa, lxs trabajadorxs sexuales y los artistas (también llamados “vagos”)
tienen un gran desgaste mental/emocional extra por los juicios morales a raíz
de su vida laboral. Por lo tanto, la gran mística en torno a los artistas no es
más que un modo de controlarlos y explotarlos, tal como hace la policía y gran
parte de la sociedad con lxs trabajadorxs sexuales o los cónyuges con sus parejas.
¿El arte es puro y el dinero es sucio?
MAC: Mercado de Arte Contemporáneo / MTC: Mercado
de Trabajo Contemporáneo.
En el breve ensayo Trabajar en arte contemporáneo (Revista Lindonéia #2), de Ilze Petroni
y Jorge Sepúlveda, dan el dato, a su vez aparentemente no verificado pero a
ciencia cierta seguro muy real, que el 2% de los artistas de Argentina viven de
la venta de su obra, cuando el 98% no. ¿Por qué ese 98% tan abrumador en
cantidad vive o acepta la precarización? Evidentemente porque en su fuero
interno creen que podrían tener la chance de pertenecer a ese piramidal capitalista
2%.
Harina
y migas de pan: tiburón dibujado en un dólar
Me
alivia ver que el baño es para una sola persona, que tiene pestillo, y no
encuentro ningún “regalito” esperándome en el inodoro. Y hay grafitis. ¡Genial!
Me pongo a mear de parado y leo un par: “Cague feliz, cague contento, pero por
favor cague adentro”.
John Waters,
CARSICK
¿Cuántos artistas tuvieron ganas de romper a
piedrazos los carteles de promoción del MAC? ¿Cuántos pensaron “MACstica mierda”?
Los artistas son arrastrados al fondo del
mar por olas que pretendieron surfear airosos. Todos lo saben y todos lo
callan, guardan los cadáveres en el backstage de sus cuentas en rojo.
Pero es comprensible que no hablen: les gana
el miedo. En eso son como cualquier trabajador que tiene que agachar la cabeza
ante su jefe. Y en ese agachar la cabeza, los artistas trabajan en otra cosa y
se autofinancian la producción de sus obras, arman una fachada y guardan la
verdad de lo que realmente sucede.
Como dijo Axel Kuschevatzky en una charla
informal, hay que referirse al cine como una industria que mueve dinero y
genera empleos: desde las productoras, los directores, actores, guionistas, hasta,
textual, el que vende el pochoclo. Si
una serie no pasa de la tercera temporada es porque no generó suficientes
dividendos; Game of thrones es lo
que es por el dinero que les devolvió a los inversores. Industria del arte vs.
Mercado del arte.
¿Qué
están dispuestos a hacer para pertenecer? Un ego lamentable
(…)
la fama resulta entonces (y en toda su literalidad) excepcional. Unos contados
“ganadores” se quedan con todo el oro, la plata y el bronce de un negocio rapaz
que no admite ni reconoce “fracasados”.
Maximiliano
Poter, LOSERS
Como bien dice el dicho, la historia está escrita por los que ganan.
Para que exista un sindicato de artistas que garantice igualdad de derechos
(socialismo), debería cambiar la mentalidad cultural, algo imposible con el
sistema presente del arte que se maneja de modo piramidal.
Si se es docente con veinte años de
antigüedad, más el máximo de horas cátedra cubiertas, se puede ganar una X
cantidad de dinero. Ni más, ni menos. No hay especulación.
Si se es artista se vive en la especulación
y las ganancias monetarias pueden ir de cero pesos o valor simbólico, a lo que
se pueda imaginar. No hay techo.
¿Tanto en la vida como en el mundo del arte,
lo mejor es no comportarse como un mal perdedor?
El
recurso propuesto por un verdugo: mercancías utilitarias
El concepto de “genio” olvida, entre otras
cosas, las horas de trabajo, la formación y disciplina. Con la excusa de la “genialidad”
el artista queda relegado a ser un medio entre el mundo material y las musas,
un mesías. Dentro de esa justificación espiritualosa, pueden no pagarle o
pagarle mucho.
¿Hay un modo de escapar del mercado y no
reducir procesos de obra a mercancías?
La obra de Banksy es relevante por su
anonimato y la relación con el mercado del arte. Rompe con clichés al haber
generado, por ejemplo, un sistema para que su obra se autodestruyera si ésta
llegaba a una subasta, cosa que ocurrió en octubre de 2018. O cuando él fue camuflado
al Central Park en 2013 a vender sus obras por sesenta dólares, lo que dejaba
en evidencia la pregunta: ¿cuál es el precio real?
El mercado, al hacerles creer a los
artistas, pobres ingenuos, que si hacen tal y cual camino van a existir para
siempre en La Historia del Arte, sus obras serán cuidadas, conservadas y los
sobrevivirán, sus nombres serán repetidos en la posteridad y tendrán dinero (o
al menos sus herederos), quedan alienados como cualquier otro grupo de
trabajadores que son explotados. Atrapados y tomados por el ego.
Si se los observa en detalle, casi todos son
como mínimo de clase media, todos tienen dinero. No vienen de familias
carenciadas, sino no podrían gastar en algo que no les redituara
económicamente. Ser un artista pobre, incluso, es un lujo.
Posiblemente, un tipo de solución para que
el mercado no los absorba es que no pueda obtener dividendos directos o
indirectos, o sea, el método anarquista: anónimo (vale para lo individual y
colectivo), efímero y sin registro.
Por otro lado, en estas actividades hay
alguien a quien no le están pagando. Pongo como ejemplo la venta de ganado (sic) vacuno. En algún momento,
viendo las potencialidades del alto valor de las vacas, fueron definidas como
seres inferiores a nivel social para poder tomarlas y venderlas declarando,
además, que las habían alimentado y cuidado. Nunca nadie pagó a nadie (¿a quién
lo harían, a Dios?) por tomar a las vacas en sí mismas. Quitan ese primer valor
esencial, como cuando el art dealer Stephan Keszler toma obra de Banksy y la
vende sin hacerlo partícipe económico. Como si se encontraran un montón de
manzanas caídas, las juntaran y vendieran. ¿Quién le paga al árbol, a la
tierra?
Mientras tanto, en ferias de arte
periféricas al gran mercado, los artistas, curadores y coleccionistas juegan a la mamá y al papá y se adjudican roles:
vos sos el curador, vos el galerista, yo el artista. Son cosas de niños haciendo
de cuenta que ya son grandes y hacen cosas de grandes.
Zanja
mordaz, lacónica tumba de saliva
Para
ella, la ropa eran solo telas que la cubrían, poco importaba si eran trapos
gastados o géneros suntuosos, daba lo mismo, al final, decía, todo se
deteriora, se gasta, se pone áspero y se destruye.
Santiago Loza, LA
PRIMERA CASA
Exhibición
/ no exhibición
THE SQUARE (Ruben
Östlund, 2017)
¿Cuántas capas de pintura tiene encima el
original de La última cena? ¿Se
puede creer en la eternidad de la materia con forma fija? ¿Por qué se cree,
entonces, en el mercado de arte contemporáneo si las obras que hoy valen
millones tienen poco más de cien años? Ya se vio lo que sucedió con The physical impossibility of death in the
mind of sameone living, de Damien
Hirst: una restauración por reemplazo.
¿Los artistas realmente piensan que una obra
X que hayan hecho va a ser la misma en quinientos años? En cinco siglos será
algo podrido o restaurado, como un cadáver criopreservado. No son “pacientes”,
son cadáveres.
¿Cómo entienden posible la subsistencia en
el tiempo de obras de arte contemporáneo que adquirieron los mega ricos o un
coleccionista pobre latinoamericano, en un mundo donde aparece la cabeza de un lobo
de hace 30.000 años al irse derritiendo el permafrost de Siberia?
Por otro lado, ¿quiénes son los grandes
coleccionistas? En general, varones cisgénero. El dinero sigue estando en sus manos,
son los que continúan escribiendo La Historia del Arte, son los que disputan
valores en Sotherby´s y Christie´s.
¿Qué pasaría si un artista decidiera que
solo les vendería su obra a coleccionistxs mujeres trans y cisgénero u hombres
trans que hayan obtenido sus fortunas por sí mismxs?
¿Se trata de vender / no vender y de quiénes
compran?
¿Por qué importa si algo es arte o no? Se pagan fortunas por lo que dicen llamar arte,
si no hubiera dinero de por medio nadie se preguntaría nada.
Pensar en un sindicato de artistas es
ridículo si tenemos en cuenta a los ricos: ¿para qué querría Jeff Koons que
alguien lo considere un trabajador si es millonario por la venta de sus obras?
Aquí también se inmiscuye el inconsciente
colectivo general cuando empieza a asociar el dinero de venta de obra con
angurria, oscuridad y suciedad.
Si hacés obra y no obtenés dinero de eso o
muy poco, irrelevante, no cuestionarán tu trabajo. Pero si empieza a haber
dinero, sí. Y los estados emocionales que se generan son, sobre todo, ansiedad
e ira.
Stephen King los diez primeros años de su
carrera ya siendo best seller, tuvo que lidiar con esos prejuicios colectivos.
Antes había convivido con la pobreza. Si ganaba mucho dinero por sus libros,
seguro no eran buena literatura. Lo masivo más dinero genera sospecha. Se
podría pensar: ¡qué nobles! Excepto que en sus interiores esos juzgadores
resentidos también querrían ser ricos. Carrie
es la misma novela antes de que se vendieran sus derechos de edición como
después. La diferencia no está en la gramática o la puntuación, menos en el argumento,
está en las sumas financieras.
Bling
bling: tayectoria/tragehistoria
El
verdadero valor, la verdadera moneda del mundo del arte, no es el dólar ni son
los yuanes chinos, sino la credibilidad.
Sarah Thornton
La
prueba de la maravillosa singularidad del escritor es que durante esas tan
comentadas vacaciones, que comparte fraternalmente con obreros y dependientes,
no deja de trabajar, o al menos no deja de producir. Falso trabajador, también
es un falso vacacionista. Uno escribe sus recuerdos, otro corrige pruebas, el
tercero prepara su próximo libro…”
Roland Barthes,
MITOLOGÍAS
El sistema del arte es anarquista
o capitalista. Uno anula al otro.
Por eso mismo, los ex Limbo Club de Arte no
hubieran unificado sus intereses de crecer sólo de modo independiente, tarde o
temprano hubieran sido absorbidos como colectivo por ArteBA o el mismo MAC (que
lo logró pero gracias a la propia desintegración de Limbo). Era algo destinado
a fracasar como utopía socialista.
En una encuesta anónima a distintos artistas
de Córdoba, donde muy pocos contestaron, se animaron a hablar de los ex Limbo
volviendo al MAC y alguien parece haber dado en la tecla: Al volver al MAC, dejan en evidencia que son unos tibios, todo el
escándalo que hicieron porque los dejaron afuera hace agua. Muestran la
hilacha, a donde está la moneda, allá van… la misma ética de las empresas que
lavan su dinero con arte.
Hay una creencia bastante curiosa dentro de
los artistas que imaginan un camino lineal in crescendo, como si cada
exposición, venta de obra, beca, residencia, salón, etcétera, fuera subiendo la
cotización, cuando eso no es así ni remotamente. Es más simple de entender con
Hollywood y la cantidad de “actores famosos” que incluso luego de ganar un
Óscar quedan fuera del sistema. Muchos artistas tienen la fantasía de que
inclusive el valor simbólico se mantiene una vez que se instala. Eso no es
verdad, el Alzheimer del tiempo es más fuerte.
También hay mucha contradicción y confusión en
los artistas: por un lado quisieran exponer en un gran museo o en la Bienal de
San Pablo o de Venecia; por otro a veces intentan de modo tímido vender sus
obras en galerías; además están a favor y en contra de premios, becas y
salones, que tienen claramente un sistema piramidal (una sola persona es la que
gana un gran monto de dinero).
Muchos no quieren entrar en el mercado del
arte pero lo han intentado. Evidentemente les ha ido mal en ventas o en la
relación con galeristas. Excepto algunos artistas que tienen una posición ética
muy firme con respecto a lo piramidal vs. horizontal, en general los artistas
que quieren lo horizontal es por haber sido excluidos de alguna manera del otro
sistema. Prueba de ello fue Limbo Club de Arte, porque apenas hay una
posibilidad de poder (sic) continuar
en lo piramidal, se produce un abandono de lo comunitario.
Si el trabajo del artista no está devaluado
está sobrevaluado. En el arte no hay grises, para vender no se puede dudar: lo hacés
o no lo hacés.
El
trabajo informal de los artistas
¿Es
lo mismo un ser humano que un cuerpo?
Ricardo Coler, médico
y periodista
En MAC 2019, las carpas de Zona Crespo
colindaban con los colchones amontonados de
personas en situación de calle que buscaban refugio en la plaza pública.
¿El miedo de los artistas a levantar la voz
y quedar también en la fosa de la no pertenencia/exclusión es una novelita de
terror? Y eso que el MAC no es el mercado global del arte. ¿O es un policial?
Hay un muerto y todos se miran entre sí como sospechosos: ¿quién es el asesino?
Sospechas, sospechas, sospechas.
¿Cuántos artistas son los puros, prolijos y
obedientes robots Orittine-D?
Hay que tener cuidado con el poderío
económico y militar que se busca con ciertas acciones que parecen meramente
culturales. El ex presidente francés, Nicholas Sakozy, instaló en 2009 el
convenio para la construcción del Louvre en Abu Dhabi, como así también la
primera base militar de Francia en el Golfo Pérsico. Muchas empresas reciben
beneficios económicos si apoyan el arte, como la familia Sackler denunciada,
entre otros, por la fotógrafa Nan Goldin. Evidentemente la construcción del
Louvre en Oriente no es un inocente acto cultural en pos del conocimiento. ¿Y
el MAC a menor escala?
Lamentablemente, en esta cadena los
eslabones más pequeños también cuentan, son los que sostienen la base del sistema
piramidal. Si el 98% de artistas salieran definitivamente de la base
capitalista y se corrieran al anarquismo (en el arte ya se ha visto que el
socialismo es absorbido por el capital), ¿este mercado se podría sostener? No. Dice
Howard Becker en Los mundos del arte:
(…) esas personas formadas y semiformadas
son importantes en la economía del mundo del arte, ya que proporcionan la
columna vertebral de apoyo del teatro comercial (y sobre todo del sector de
vanguardia) en Nueva York. Alrededor del 15% del total de entradas que se
venden en Nueva york corresponde a personas que en ese momento están estudiando
teatro: éstas apoyarán trabajos experimentales que podrían tener problemas para
atraer al público general, que está a menos tono con las convenciones del nuevo
trabajo.
Los docentes de arte son cómplices del
mercado al repetir lo que está escrito en los libros como La Historia, incluso al
enseñar técnicas y recursos en apariencia inocuos y muy expresivos validados
como “arte” por el mercado. Parecen la parte más inocente de los eslabones,
pero no lo son: ellos educan y dirigen a los futuros artistas y al público. ¿Qué
enseñan cada día de sus vidas? Lo aceptado hegemónicamente: artistas que
trabajaron para reyes o la aristocracia; artistas con halo de locura y
romanticismo, pobres, pero que sus obras ahora están en grandes colecciones tanto
públicas como privadas y que se subastan por millones; artistas de
vanguardia/rupturistas en lo estético y formal pero no en cuanto al mercadeo. Aunque
se quiera hablar de artistas excluidas, como la primera cineasta, Alice Guy o
la pintora-médium, Hilma af Klint antes de Kandinsky, ¿qué significaría eso,
que sus obras van a empezar a cotizarse más caras? ¿A sus alumnos les nombran
obras y artistas de la colección del Louvre? ¿Creen que con eso no aportan
valor simbólico y económico al museo, lo que a gran escala, hecho grano a grano
de arena, permite el Louvre de Abu Dhabi?
Insisto: capitalismo o anarquía. Da igual si
individual o grupal, porque los grupos en el arte se construyen como
identidades individuales. Nadie en AMMAR va a dudar de la honestidad y el
compromiso de lxs compañerxs de lucha, van todxs juntxs hacia el intento de conseguir derechxs laborales; en cambio, un
grupo de artistas que intenten crear un sindicato, ya saben de antemano que los
compañeros no son compañeros, no están en colaboración sino en competencia.
Mientras los artistas sean La favorita (Yorgos Lanthimos, 2018) de
alguien, van a permitir que abusen de ellos para logar estar junto al poder. No
hacen huelga, no hacen reclamos, se agachan y obedecen, meten los dedos donde
les diga la reina.
Nota: Cuando la autora se refiere a los artistas no
usa lenguaje inclusivo porque ellos no se refieren a sí mismos como un
colectivo inclusivo.