lunes, 26 de agosto de 2019

Tauro y el arte como trabajo. Logística zigzag, sociabilidad, miedo y extravagancias para ganar el pandelirio patrimonial con halo icónico VIP


Texto: Charlotte von Mess
Traducción: Ignacio Havre


Me senté a una de las pequeñas mesas redondas y levanté dos dedos. No estaba segura del significado de ese gesto, pero todos los hombres lo hacían con felices resultados. Escribía sin parar en mi cuaderno.
Patti Smith, M TRAIN

Si bien era verdad que en la actualidad casi todos los escritores contemporáneos, más que posicionarse en contra, trabajaban en sintonía con el capitalismo y no ignoraban que uno no era nada si no vendía libros, o si su nombre no era conocido, o si no acudían decenas de admiradores cuando firmaba ejemplares de sus novelas, no menos cierto era que las democracias liberales, al tolerarlo todo, al absorberlo todo, hacían inútil cualquier texto, por peligroso que éste pudiera llegar a parecer.
Enrique Vila-Matas, KASSEL NO INVITA A LA LÓGICA

Cuando la plata se convierte en arte es una cosa, pero cuando el arte se traduce a dinero es una transacción problemática.
Todd Levin, curador


Carta astral. Rivalidad imitativa e histeria

   La poeta y astróloga, A. Amenedo, dice que Tauro en la carta astral de Mercado de Arte Eggo estaba en su casa, la segunda y en el MAC, Tauro está en la tercera casa. Eggo tenía su Sol en Libra y el MAC el Sol en Leo.
   Hay dos nacimientos claramente. Tanto si ambos fueran seres distintos como etapas de una misma vida, A. Amenedo ha tomado en cuenta solo el origen del MAC.
   Para empezar, según dice esta astróloga, Urano entró en Tauro en 2019 y se quedará por siete años más. El MAC tiene a Urano en Aries en la segunda casa, que es la vinculada a las ganancias, por lo tanto, eso revela que se priorice el hacer cosas novedosas a nivel del trabajo y las necesidades materiales. Aries, con su fuerza beligerante aunada a Urano aspecta generar estrategias guerreras jamás forjadas. Urano en la segunda casa puede indicar altibajos económicos, inestabilidad e imposibilidad de concretar negocios seguros.
   Urano en Tauro podría ser propicio para crear tendencias nuevas en cuanto a lo colectivo, como ya pudo verse en este mercado cuando un grupo de galeristas/artistas de Zona Bonino reclamaron a la organización que invitaran a pasar a los coleccionistas por todos los stands. Pero teniendo a Urano en Aries en la segunda casa, podría ser no sólo más guerrero el pedido sino generar estrategias puntuales inusitadas para atraer posibles compradores.
   Los grupos de artistas que han trabajado contratados por la Municipalidad en 2018 con el dólar a $25 (hoy está a $54) y aún no han cobrado, hicieron acciones de reclamo durante el MAC que tienen que ver con este aspecto de Urano, en cuanto a lo que dice la carta astral estándar de ese planeta, para lograr hacer “cualquier tendencia progresista colectiva que se enfrente con lo establecido”. Al tener a Urano en Aries deben ser cuidadosos de no ser impulsivos ni impetuosos, porque el lado iracundo del astro Marte, que es el que rige a Aries, podría desbordarse y ya, lejos de lo creativo, llevar a problemas. Urano en la segunda casa estimula, según dice A. Amenedo, a repensar continuamente estrategias innovadoras. Si artistas, galeristas, incluso coleccionistas, quisieran encontrar una receta para aplicar in continuum, están equivocándose de lugar.
   Por otro lado, el MAC no tiene solamente al Sol en Leo, sino también a Marte y a Venus. Su condición nativa es la de brillar, que todos brillen o quieran hacerlo. Pero no hay que olvidar que el Sol en Leo está tamizado por lo que los demás perciben: su ascendente en Piscis.
   Con Marte en Leo, es evidente que no se permita la tibieza. Si alguien decide ir al MAC, es mejor que vaya por todo. Visto desde afuera, las personas que participen pueden ser catalogadas como arrogantes, egocéntricas, incluso ególatras. El MAC tiene a Marte en la quinta casa, relacionada a la creatividad, los juegos de azar (¿qué es más azarosa que la venta de obra?), la ropa. Marte está en trígono con Saturno, por lo que el MAC en sí es diligente, entonces los que triunfen serán los que estén acorde a esa vibración ástrica. O sea, se necesita resistencia física (ir a vender, conversar, a las fiestas y luego volver a empezar) y psicológica/emocional.
   Con Venus en Leo se da por descontado que se generen amistades, mucha vida social, pero en el marco de entretenimientos. Tomar al MAC como un parque de diversiones muy bello: si no quieren subirse a la montaña rusa, entrar a la casita del terror o dar la vuelta al mundo, es mejor que no sean parte.
   Venus está en la sexta casa, que se vincula entre otras cosas, con la actitud frente al trabajo. En general se busca la armonía con la labor en sí y en la relación con compañeros, jefes y empleados. Es importante ver el lado más práctico del arte, que es, posiblemente, el convertirlo en objeto de mercaderes o de conocimiento y no dejarlo estático en su esfera poética o crítica.
   Pero claro, Venus en cuadratura Saturno, hace alusión a lujos que no están acompañados de éxito económico, por lo que es claro que se ve un fulgor o dinero no tan realista en lo concreto, como así también la propensión a criticar en cuanto a lo moral dual dentro y fuera del MAC.
   Venus en trígono Urano expresa en sí mismo aptitudes fuera de lo común para las artes. Pero los demás perciben un MAC pisciano, debido a eso se genera tanto malestar o dicotomías. Es su lado místico e imaginativo, como la primera etapa en la creación de obras de arte, es el romanticismo del arte (que habría que deconstruir). Por eso es tan shockeante con todo lo que se mueve en Leo en la carta astral del MAC. Es la zona “rara”, “incomprendida”, “solitaria”, de los artistas.
   La Luna en Libra hace que fluctúen entre sentir querer estar en el MAC y no estar.


Bruscas exacerbaciones y emulación
Exordio

   Kassel no invita a la lógica, pero el mercado de arte sí, entonces un artista quiere leer en el bar desayunador de su hotel en un espacio más bien reducido, pero alguien pone el audio de su celular muy alto: el artista quiere hacer arte, pero no puede evadirse del mercado del arte, ese sonido molesto, invasivo, constante.
   ¿No se llega al arte por desamparo? Las cosas, luego, se van tergiversando con famas, dimes y diretes, coleccionistas, becas, premios, salones, pero si vamos a hablar de dinero, hablemos de mucho dinero.


Fosilización tradicionalista del fruto de la cepa. El trabajo sexual

                When you go to a museum you are simply a tourist looking at the trophy cabinet of a few millionaires.
Banksy

Si yo multiplico las necesidades materiales, no me queda tiempo para el ejercicio de mi libertad.
Pepe Mujica, ex presidente de Uruguay

MÁS VALE TACO LABURANTE
QUE POLICÍA TRATANTE.
AMMAR Córdoba

  
   Gabriela Halac en la muestra colectiva Prácticas poéticas, políticas, domésticas (Cabildo Histórico de Córdoba) presentó la instalación Eso que llaman amor al arte es trabajo no pago. Más de cuarenta artistas mujeres exponiendo como modo de visibilización pero sin recibir honorarios.
*.*
   Durante uno de los conversatorios en el marco de la muestra Lxs trabajadorxs sexuales ocupan el museo en el Museo de Antropología de Córdoba, organizada por la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR Córdoba) y la Red por el Reconocimiento del Trabajo Sexual (RRTS) en un momento en que se hablaba de dinero, lx compañerx Lali Rocha dijo algo clave: el dinero excita.
   El poder erótico del dinero.
*.*
   OBRA SOCIAL / JUBILACIÓN
   policía corrupta / galeristas que se quedan con el 40, 50% de las ventas
   trabajadorxs sexuales pobres / artistas pobres / amxs de casa pobres
   sexo comercial / arte comercial VS. sexo por amor / arte por amor
   trabajadorxs sociales / trabajadorxs sexuales
   trabajadorxs sexuales de lunes a lunes / romantización del arte-vida.
   “el sexo debería ser gratis” / ”el arte debería ser gratis” /  “limpiar la casa, etcétera debería ser gratis” (¿Para quiénes?)
*.*
   Parafraseando a lx compañerx Marisa Fassi en otro conversatorio:
   Prohibicionismo: prohibido el intercambio sexual por dinero. / Prohibido el intercambio de arte por dinero.
   Abolicionismo: se habla de “prostitución”, por lo que no se sanciona a las mujeres que la ejercen porque las ven como “víctimas”. / En el arte se habla de “prostitución” y no de “trabajo”, aunque a los artistas no se los ve como víctimas sino como trepadores egocéntricos.
   Reglamentarismo: reglas en relación al pánico de la higiene y salud. / En el mundo del arte se idealiza la locura.


Apatía, delirio y mea culpa obstétrica

Mediante la denegación del salario para el trabajo doméstico y su transformación en un acto de amor, el capital ha matado dos pájaros de un tiro.

   Los empresarios saben que estamos acostumbradas a trabajar por nada y que estamos tan desesperadas por lograr un poco de dinero para nosotras mismas que pueden obtener nuestro trabajo a bajo precio.
Silvia Federici, REVOLUCIÓN EN PUNTO CERO

   Los artistas trabajan para procurar una buena imagen pública, aunque al momento de una inauguración, bienal o feria no tengan dinero ni para almorzar. Sin embargo, desde afuera son percibidos como se supone que deben ser: gente apasionada, rebelde, exitosa, con holgadez económica, cuando eso no es verdad.
   A los artistas les han puesto demasiada luz y a lxs trabajadorxs sexuales demasiado poca y, al final, en términos económicos, el resultado es el mismo: no tienen obra social, están precarizadxs, no se jubilarán.
   En el caso de lxs amxs de casa hay luz y sombras: luz para señalarlas como “grandes madres”, “grandes esposxs” y oscuridad total para el momento de verlxs juntando la basura de la casa. Nadie va a solidarizarse con los artistas, que se jodan por individualistas narcisistas si es que están precarizados.
   Un empleado bancario tiene que pensar en hacer bien su trabajo, corregir sus errores, seguir formándose, pero en ningún momento se duda moralmente si debería cobrar o no por lo que hace. Tanto lxs amxs de casa, lxs trabajadorxs sexuales y los artistas (también llamados “vagos”) tienen un gran desgaste mental/emocional extra por los juicios morales a raíz de su vida laboral. Por lo tanto, la gran mística en torno a los artistas no es más que un modo de controlarlos y explotarlos, tal como hace la policía y gran parte de la sociedad con lxs trabajadorxs sexuales o los cónyuges con sus parejas.
   ¿El arte es puro y el dinero es sucio?
   MAC: Mercado de Arte Contemporáneo / MTC: Mercado de Trabajo Contemporáneo.
   En el breve ensayo Trabajar en arte contemporáneo (Revista Lindonéia #2), de Ilze Petroni y Jorge Sepúlveda, dan el dato, a su vez aparentemente no verificado pero a ciencia cierta seguro muy real, que el 2% de los artistas de Argentina viven de la venta de su obra, cuando el 98% no. ¿Por qué ese 98% tan abrumador en cantidad vive o acepta la precarización? Evidentemente porque en su fuero interno creen que podrían tener la chance de pertenecer a ese piramidal capitalista 2%.


Harina y migas de pan: tiburón dibujado en un dólar

  Me alivia ver que el baño es para una sola persona, que tiene pestillo, y no encuentro ningún “regalito” esperándome en el inodoro. Y hay grafitis. ¡Genial! Me pongo a mear de parado y leo un par: “Cague feliz, cague contento, pero por favor cague adentro”.
John Waters, CARSICK

   ¿Cuántos artistas tuvieron ganas de romper a piedrazos los carteles de promoción del MAC? ¿Cuántos pensaron “MACstica mierda”?
   Los artistas son arrastrados al fondo del mar por olas que pretendieron surfear airosos. Todos lo saben y todos lo callan, guardan los cadáveres en el backstage de sus cuentas en rojo.
   Pero es comprensible que no hablen: les gana el miedo. En eso son como cualquier trabajador que tiene que agachar la cabeza ante su jefe. Y en ese agachar la cabeza, los artistas trabajan en otra cosa y se autofinancian la producción de sus obras, arman una fachada y guardan la verdad de lo que realmente sucede.
   Como dijo Axel Kuschevatzky en una charla informal, hay que referirse al cine como una industria que mueve dinero y genera empleos: desde las productoras, los directores, actores, guionistas, hasta, textual, el que vende el pochoclo. Si una serie no pasa de la tercera temporada es porque no generó suficientes dividendos; Game of thrones es lo que es por el dinero que les devolvió a los inversores. Industria del arte vs. Mercado del arte.


¿Qué están dispuestos a hacer para pertenecer? Un ego lamentable

(…) la fama resulta entonces (y en toda su literalidad) excepcional. Unos contados “ganadores” se quedan con todo el oro, la plata y el bronce de un negocio rapaz que no admite ni reconoce “fracasados”.
Maximiliano Poter, LOSERS

   Como bien dice el dicho, la historia está escrita por los que ganan. Para que exista un sindicato de artistas que garantice igualdad de derechos (socialismo), debería cambiar la mentalidad cultural, algo imposible con el sistema presente del arte que se maneja de modo piramidal.
   Si se es docente con veinte años de antigüedad, más el máximo de horas cátedra cubiertas, se puede ganar una X cantidad de dinero. Ni más, ni menos. No hay especulación.
   Si se es artista se vive en la especulación y las ganancias monetarias pueden ir de cero pesos o valor simbólico, a lo que se pueda imaginar. No hay techo.
   ¿Tanto en la vida como en el mundo del arte, lo mejor es no comportarse como un mal perdedor?


El recurso propuesto por un verdugo: mercancías utilitarias

   El concepto de “genio” olvida, entre otras cosas, las horas de trabajo, la formación y disciplina. Con la excusa de la “genialidad” el artista queda relegado a ser un medio entre el mundo material y las musas, un mesías. Dentro de esa justificación espiritualosa, pueden no pagarle o pagarle mucho.
   ¿Hay un modo de escapar del mercado y no reducir procesos de obra a mercancías?
   La obra de Banksy es relevante por su anonimato y la relación con el mercado del arte. Rompe con clichés al haber generado, por ejemplo, un sistema para que su obra se autodestruyera si ésta llegaba a una subasta, cosa que ocurrió en octubre de 2018. O cuando él fue camuflado al Central Park en 2013 a vender sus obras por sesenta dólares, lo que dejaba en evidencia la pregunta: ¿cuál es el precio real?
   El mercado, al hacerles creer a los artistas, pobres ingenuos, que si hacen tal y cual camino van a existir para siempre en La Historia del Arte, sus obras serán cuidadas, conservadas y los sobrevivirán, sus nombres serán repetidos en la posteridad y tendrán dinero (o al menos sus herederos), quedan alienados como cualquier otro grupo de trabajadores que son explotados. Atrapados y tomados por el ego.
   Si se los observa en detalle, casi todos son como mínimo de clase media, todos tienen dinero. No vienen de familias carenciadas, sino no podrían gastar en algo que no les redituara económicamente. Ser un artista pobre, incluso, es un lujo.
   Posiblemente, un tipo de solución para que el mercado no los absorba es que no pueda obtener dividendos directos o indirectos, o sea, el método anarquista: anónimo (vale para lo individual y colectivo), efímero y sin registro.
   Por otro lado, en estas actividades hay alguien a quien no le están pagando. Pongo como ejemplo la venta de ganado (sic) vacuno. En algún momento, viendo las potencialidades del alto valor de las vacas, fueron definidas como seres inferiores a nivel social para poder tomarlas y venderlas declarando, además, que las habían alimentado y cuidado. Nunca nadie pagó a nadie (¿a quién lo harían, a Dios?) por tomar a las vacas en sí mismas. Quitan ese primer valor esencial, como cuando el art dealer Stephan Keszler toma obra de Banksy y la vende sin hacerlo partícipe económico. Como si se encontraran un montón de manzanas caídas, las juntaran y vendieran. ¿Quién le paga al árbol, a la tierra?
   Mientras tanto, en ferias de arte periféricas al gran mercado, los artistas, curadores y coleccionistas juegan a la mamá y al papá y se adjudican roles: vos sos el curador, vos el galerista, yo el artista. Son cosas de niños haciendo de cuenta que ya son grandes y hacen cosas de grandes.


Zanja mordaz, lacónica tumba de saliva
  
Para ella, la ropa eran solo telas que la cubrían, poco importaba si eran trapos gastados o géneros suntuosos, daba lo mismo, al final, decía, todo se deteriora, se gasta, se pone áspero y se destruye.
Santiago Loza, LA PRIMERA CASA

Exhibición / no exhibición
THE SQUARE (Ruben Östlund, 2017)

   ¿Cuántas capas de pintura tiene encima el original de La última cena? ¿Se puede creer en la eternidad de la materia con forma fija? ¿Por qué se cree, entonces, en el mercado de arte contemporáneo si las obras que hoy valen millones tienen poco más de cien años? Ya se vio lo que sucedió con The physical impossibility of death in the mind of sameone living, de Damien Hirst: una restauración por reemplazo.
   ¿Los artistas realmente piensan que una obra X que hayan hecho va a ser la misma en quinientos años? En cinco siglos será algo podrido o restaurado, como un cadáver criopreservado. No son “pacientes”, son cadáveres.
   ¿Cómo entienden posible la subsistencia en el tiempo de obras de arte contemporáneo que adquirieron los mega ricos o un coleccionista pobre latinoamericano, en un mundo donde aparece la cabeza de un lobo de hace 30.000 años al irse derritiendo el permafrost de  Siberia?
   Por otro lado, ¿quiénes son los grandes coleccionistas? En general, varones cisgénero. El dinero sigue estando en sus manos, son los que continúan escribiendo La Historia del Arte, son los que disputan valores en Sotherby´s y Christie´s.
   ¿Qué pasaría si un artista decidiera que solo les vendería su obra a coleccionistxs mujeres trans y cisgénero u hombres trans que hayan obtenido sus fortunas por sí mismxs?
   ¿Se trata de vender / no vender y de quiénes compran?
   ¿Por qué importa si algo es arte o no? Se pagan fortunas por lo que dicen llamar arte, si no hubiera dinero de por medio nadie se preguntaría nada.
   Pensar en un sindicato de artistas es ridículo si tenemos en cuenta a los ricos: ¿para qué querría Jeff Koons que alguien lo considere un trabajador si es millonario por la venta de sus obras?
   Aquí también se inmiscuye el inconsciente colectivo general cuando empieza a asociar el dinero de venta de obra con angurria, oscuridad y suciedad.
   Si hacés obra y no obtenés dinero de eso o muy poco, irrelevante, no cuestionarán tu trabajo. Pero si empieza a haber dinero, sí. Y los estados emocionales que se generan son, sobre todo, ansiedad e ira.
   Stephen King los diez primeros años de su carrera ya siendo best seller, tuvo que lidiar con esos prejuicios colectivos. Antes había convivido con la pobreza. Si ganaba mucho dinero por sus libros, seguro no eran buena literatura. Lo masivo más dinero genera sospecha. Se podría pensar: ¡qué nobles! Excepto que en sus interiores esos juzgadores resentidos también querrían ser ricos. Carrie es la misma novela antes de que se vendieran sus derechos de edición como después. La diferencia no está en la gramática o la puntuación, menos en el argumento, está en las sumas financieras.


Bling bling: tayectoria/tragehistoria

El verdadero valor, la verdadera moneda del mundo del arte, no es el dólar ni son los yuanes chinos, sino la credibilidad.
Sarah Thornton

La prueba de la maravillosa singularidad del escritor es que durante esas tan comentadas vacaciones, que comparte fraternalmente con obreros y dependientes, no deja de trabajar, o al menos no deja de producir. Falso trabajador, también es un falso vacacionista. Uno escribe sus recuerdos, otro corrige pruebas, el tercero prepara su próximo libro…”
Roland Barthes, MITOLOGÍAS

   El sistema del arte es anarquista o capitalista. Uno anula al otro.
   Por eso mismo, los ex Limbo Club de Arte no hubieran unificado sus intereses de crecer sólo de modo independiente, tarde o temprano hubieran sido absorbidos como colectivo por ArteBA o el mismo MAC (que lo logró pero gracias a la propia desintegración de Limbo). Era algo destinado a fracasar como utopía socialista.
   En una encuesta anónima a distintos artistas de Córdoba, donde muy pocos contestaron, se animaron a hablar de los ex Limbo volviendo al MAC y alguien parece haber dado en la tecla: Al volver al MAC, dejan en evidencia que son unos tibios, todo el escándalo que hicieron porque los dejaron afuera hace agua. Muestran la hilacha, a donde está la moneda, allá van… la misma ética de las empresas que lavan su dinero con arte.
   Hay una creencia bastante curiosa dentro de los artistas que imaginan un camino lineal in crescendo, como si cada exposición, venta de obra, beca, residencia, salón, etcétera, fuera subiendo la cotización, cuando eso no es así ni remotamente. Es más simple de entender con Hollywood y la cantidad de “actores famosos” que incluso luego de ganar un Óscar quedan fuera del sistema. Muchos artistas tienen la fantasía de que inclusive el valor simbólico se mantiene una vez que se instala. Eso no es verdad, el Alzheimer del tiempo es más fuerte.
   También hay mucha contradicción y confusión en los artistas: por un lado quisieran exponer en un gran museo o en la Bienal de San Pablo o de Venecia; por otro a veces intentan de modo tímido vender sus obras en galerías; además están a favor y en contra de premios, becas y salones, que tienen claramente un sistema piramidal (una sola persona es la que gana un gran monto de dinero).
   Muchos no quieren entrar en el mercado del arte pero lo han intentado. Evidentemente les ha ido mal en ventas o en la relación con galeristas. Excepto algunos artistas que tienen una posición ética muy firme con respecto a lo piramidal vs. horizontal, en general los artistas que quieren lo horizontal es por haber sido excluidos de alguna manera del otro sistema. Prueba de ello fue Limbo Club de Arte, porque apenas hay una posibilidad de poder (sic) continuar en lo piramidal, se produce un abandono de lo comunitario.
   Si el trabajo del artista no está devaluado está sobrevaluado. En el arte no hay grises, para vender no se puede dudar: lo hacés o no lo hacés.
  

El trabajo informal de los artistas

¿Es lo mismo un ser humano que un cuerpo?
Ricardo Coler, médico y periodista

   En MAC 2019, las carpas de Zona Crespo colindaban con los colchones amontonados de  personas en situación de calle que buscaban refugio en la plaza pública.
   ¿El miedo de los artistas a levantar la voz y quedar también en la fosa de la no pertenencia/exclusión es una novelita de terror? Y eso que el MAC no es el mercado global del arte. ¿O es un policial? Hay un muerto y todos se miran entre sí como sospechosos: ¿quién es el asesino? Sospechas, sospechas, sospechas.
   ¿Cuántos artistas son los puros, prolijos y obedientes robots Orittine-D?
   Hay que tener cuidado con el poderío económico y militar que se busca con ciertas acciones que parecen meramente culturales. El ex presidente francés, Nicholas Sakozy, instaló en 2009 el convenio para la construcción del Louvre en Abu Dhabi, como así también la primera base militar de Francia en el Golfo Pérsico. Muchas empresas reciben beneficios económicos si apoyan el arte, como la familia Sackler denunciada, entre otros, por la fotógrafa Nan Goldin. Evidentemente la construcción del Louvre en Oriente no es un inocente acto cultural en pos del conocimiento. ¿Y el MAC a menor escala?
   Lamentablemente, en esta cadena los eslabones más pequeños también cuentan, son los que sostienen la base del sistema piramidal. Si el 98% de artistas salieran definitivamente de la base capitalista y se corrieran al anarquismo (en el arte ya se ha visto que el socialismo es absorbido por el capital), ¿este mercado se podría sostener? No. Dice Howard Becker en Los mundos del arte: (…) esas personas formadas y semiformadas son importantes en la economía del mundo del arte, ya que proporcionan la columna vertebral de apoyo del teatro comercial (y sobre todo del sector de vanguardia) en Nueva York. Alrededor del 15% del total de entradas que se venden en Nueva york corresponde a personas que en ese momento están estudiando teatro: éstas apoyarán trabajos experimentales que podrían tener problemas para atraer al público general, que está a menos tono con las convenciones del nuevo trabajo.
   Los docentes de arte son cómplices del mercado al repetir lo que está escrito en los libros como La Historia, incluso al enseñar técnicas y recursos en apariencia inocuos y muy expresivos validados como “arte” por el mercado. Parecen la parte más inocente de los eslabones, pero no lo son: ellos educan y dirigen a los futuros artistas y al público. ¿Qué enseñan cada día de sus vidas? Lo aceptado hegemónicamente: artistas que trabajaron para reyes o la aristocracia; artistas con halo de locura y romanticismo, pobres, pero que sus obras ahora están en grandes colecciones tanto públicas como privadas y que se subastan por millones; artistas de vanguardia/rupturistas en lo estético y formal pero no en cuanto al mercadeo. Aunque se quiera hablar de artistas excluidas, como la primera cineasta, Alice Guy o la pintora-médium, Hilma af Klint antes de Kandinsky, ¿qué significaría eso, que sus obras van a empezar a cotizarse más caras? ¿A sus alumnos les nombran obras y artistas de la colección del Louvre? ¿Creen que con eso no aportan valor simbólico y económico al museo, lo que a gran escala, hecho grano a grano de arena, permite el Louvre de Abu Dhabi?
   Insisto: capitalismo o anarquía. Da igual si individual o grupal, porque los grupos en el arte se construyen como identidades individuales. Nadie en AMMAR va a dudar de la honestidad y el compromiso de lxs compañerxs de lucha, van todxs juntxs hacia el intento de  conseguir derechxs laborales; en cambio, un grupo de artistas que intenten crear un sindicato, ya saben de antemano que los compañeros no son compañeros, no están en colaboración sino en competencia.
   Mientras los artistas sean La favorita (Yorgos Lanthimos, 2018) de alguien, van a permitir que abusen de ellos para logar estar junto al poder. No hacen huelga, no hacen reclamos, se agachan y obedecen, meten los dedos donde les diga la reina.







Nota: Cuando la autora se refiere a los artistas no usa lenguaje inclusivo porque ellos no se refieren a sí mismos como un colectivo inclusivo.

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